domingo, 31 de julio de 2011

ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN CRISTO, FIRMES EN LA FE

No me explico que haya grupos que pretenden boicotear el encuentro de jóvenes de todo el mundo con el papa Benedicto XVI en Madrid. El hecho de que en torno a un millón de jóvenes de distintos países traten de encontrarse y de reflexionar por encima de fronteras, de ideologías y de idiomas es una impresionante apuesta de futuro. Son personas que se hacen preguntas, que creen que la utopía es posible, que están dispuestas a dialogar y que buscan un futuro más humano. Jóvenes que parten de la fe en Jesucristo.
De Santa María Estrella de los Mares van a acudir 20, entre chicos y chicas. En las diversas reuniones que he tenido con ellos, los he invitado a reflexionar y a mantenerse en situación de búsqueda. Porque lo suyo no es una excursión, sino una peregrinación en la que ellos desean encontrar lo mejor de sí mismos.
Pero me ha parecido interesante que se conozcan entre ellos más fondo. Aunque se conocen casi todos por su participación en la misa del domingo, los he invitado a presentarse y exponer qué desean encontrar. Las respuesta han sido tan sencillas como impresionantes. He aquí una pequeña muestra de lo que buscan: descubrir mi propia fe, madurar en todos los sentidos, hallar mi camino y el sentido de mi vida, encontrar amigos, conocerme a mí mismo...
Por mi parte, les he recordado que la fe viva es el mejor de los tesoros, y que Dios se da a conocer a todo el que le busca con sinceridad y constancia. Que ellos tienen que vivir su fe en el siglo XXI, el siglo de la era digital, de la lucha contra el hambre en el mundo y de la crisis de valores. Un siglo que dice buscar la paz y que ha comenzado con estallidos de violencia formidables. Un mundo que ya debería haber llegado a descubrir que las guerras no suelen resolver los problemas, sino aplazarlos; un mundo en el que muchos vemos que Dios, el Dios que se nos ha manifestado en Jesucristo, es la mejor base para construir un futuro mejor.

martes, 26 de julio de 2011

LA VISITA DEL PAPA BENEDICTO XVI

Ante la visita del santo Padre a Madrid, se han levantado algunas voces contrarias a la misma. Unas, dentro de la Iglesia. De momento no voy a dialogar con estos hermanos en la fe, con los que comparto muchos puntos de vista. Seguro que los más importantes. Sólo deseo recordarles que la encarnación de Jesucristo y su presencia en la historia humana trae consigo convivir con el pecado. También con el mío y con el de estos hermanos que protestan contra la visita del Papa. La pretensión de pureza radical propia de los fariseos (en el sentido original y no peyorativo de este término), no sólo no abre las puertas a Jesús de Nazaret y a su estilo de vida, sino que se las cierra a cal y canto.
Pero ahora me voy a dirigir a los que se presentan como no creyentes, unos de modo individual y otros como miembros de diversos colectivos. A éstos les respondo sin rubor y con datos en la mano que la visita de Benedicto XVI beneficia a la sociedad española bajo diversos aspectos y no la perjudica en absoluto.
En primer lugar, nos beneficia económicamente (empiezo por lo que parece que critican más). Es verdad que va a suponer gastos de diverso tipo, pero son muy superiores los ingresos que va a generar: lo que estamos aportando los católicos españoles, lo que aportan diversas firmas y lo que van a gastar las personas que vendrán de otros países (ya va por medio millón las que se han inscrito).
La publicidad que van a hacer de España. Durante varios días, Madrid (y con Madrid, España entera) va a estar en la primera página de los medios de comunicación de todo el mundo. Es una publicidad que no tiene precio. Aparte de lo que luego cuente a los suyos cada uno de esos jóvenes que llegan de todos los puntos de la tierra.
El intercambio cultural. A los diversos conciertos de música y a las exposiciones que se han organizado con esta ocasión, hay que añadir lo que supone el intercambio directo de este medio millón de jóvenes con otros tantos jóvenes españoles. Es una riqueza humana de muy difícil valoración.
El enriquecimiento religioso. Porque una gran mayoría de la sociedad española nos confesamos y somos creyentes, cada uno a su nivel. Es un derecho que tenemos y una opción libre, que los demás harían bien en respetar. Y en un contexto cultural tan pobre en valores humanos, todo lo que sea crecer en valores evangélicos es una aportación de futuro rica y apasionante: de un futuro más justo y más humano. No olvidemos que debajo de la presente crisis económica hay una grave crisis de valores. Entre otros, de la justicia y de la solidaridad.
Me pregunto por qué tantos laicistas que se dicen defensores de la libertad, pretenden ahora negar nuestra libertad de vivir como cristianos, de organizar encuentros internacionales de este calibre, de presentar nuestra fe acompañados por el Papa y de dar testimonio público de la fe que porfesamos. De acuerdo con nuestra constitución, tenemos derecho a hacerlo. Y hay que preguntarse por qué intentan imponer a todos sus criterios y sus puntos de vista. Unos puntos de vista que respeto, pero que considero poco razonables y nada inteligentes.

sábado, 9 de julio de 2011

EN DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE

Si usted sigue la información local de Málaga, verá con qué tesón se ha combatido en favor de que Arraijanal no se convierte en terreno edificable, ya que es uno de los pocos espacios libres con que cuenta el litoral malagueño. Por mi parte, me he sumado siempre y me sigo sumando a esa iniciativa. Arraijanal es esa zona libre de edificios que está situada entre Gudalmar el parador de Golf.
Lo que me cuesta entender es que el mismo gobierno que dice proteger el medio ambiente y ha parado los planes municipales sobre Arraijanal, haya ideado en Guadalmar ese monstruo de acero y de hormigón que va a dar entrada al aeropuerto. Se proyectó en los tiempos en que era ministra de fomento la malagueña Magdalena Álvarez, y se ha realizado la obra siendo ministro don José Blanco.
Aparte de que la obra es horrorosa y se carga la simplicidad ecológica de Guadalmar, al mismo tiempo que ha eliminado muchos árboles, para no molestar a las grandes empresas que se han instalado en la zona, el trazado casi roza el templo de Santa María Estrella de los Mares y se adentra en casa de los vecinos, que han acudido al Defensor del Pueblo. ¿Es así cómo se defiende el medio ambiente y la belleza de los paisajes malagueños?

domingo, 3 de julio de 2011

TIEMPO DE VACACIONES

Entiendo que no hay una manera ideal de vivir las vacaciones. La importante es poder disponer de unos días para descansar. Es una conquista social que hoy no pueden compartir los millones de personas que carecen de un trabajo, ni muchas gentes que trabajan en la agricultura, ni algunas madres de familia, ni los ancianos que viven sus últimos años en una residencia.
Para muchas personas, las vacaciones están asociadas a viajar. Para otras, entre las que me cuento, consiste en sentirse liberado de horarios, aunque se permanezca en el mismo lugar en que se vive habitualmente. Y se puede viajar de otras maneras, adentrándose por los caminos del espíritu. Unas veces, dedicando tiempo al silencio y a la oración, para encontrarse con Dios y con uno mismo. Otras, aprovechando para charlar con los amigos. Y siempre, para volver sobre algún libro ya leído o bucear en alguno nuevo. Lo importante es que diviertan, enseñen y ayuden a pensar. También, a desarrollar la imaginación, para curarse del realismo rampante en el que estamos sumergidos. Entre los que tengo sobre la mesa, están algunos que son clásicos, como Las Confesiones de San Agustín; Historia de un alma, de Santa Teresa del Niño Jesús; Cartas de Nicodemo, de J. Dobranczysky. Otros son actuales, como dos pequieñas joyas de la literatura espiritual: En la escuela del Espíritu Santo, de J. Philipe; y Perlas Teresianas, de las Carmelitas descalzas de Antequera. Y dado que el año pasado leí una vez más El hombre en busca de sentido, de V. Frankl, este año he dedicido completarle con otro del teólogo y filósofo catalán F. Torralba, El sentido de la vida. Es otra manera de vivir las vacaciones, tratando de dar respuesta a las preguntas que todos llevamos dentro y ejercitando la inteligencia que nos distingue a los humanos.